Mucha gente sigue creyendo que un plan patrimonial está reservado a quienes tienen millones y mansiones. Esto podría ser parte de la razón por la que apenas el 42% de los adultos en EE.UU. tienen documentos de planificación patrimonial, como testamentos y poderes notariales. Pero esto es lo que hay: cualquiera que se preocupe por lo que les ocurre a) a las personas que quiere o b) a las cosas que deja atrás, probablemente sacará provecho de elaborar un plan patrimonial. Aunque no tengas pensado dejar una enorme herencia a tus seres queridos cuando mueras, un plan patrimonial sigue siendo el único modo de asegurarte de que tus bienes vayan a parar a las personas o instituciones benéficas que más quieres. Y, lo que a menudo es más importante, el testamento que constituye el núcleo de ese plan es también el único modo de nombrar tutores para los hijos menores.
Pero, ¿qué es exactamente un plan patrimonial? Es una serie de documentos legales que dictan quién puede tomar decisiones en tu nombre si no puedes hacerlo, y quién heredará tus bienes cuando fallezcas. Tus documentos de planificación patrimonial deben incluir un testamento, que determine la tutela de tus hijos y bienes, un testamento vital, que indique a un hospital tus preferencias en caso de que necesites soporte vital, y poderes notariales. En cuanto a este último, necesitas dos: uno para finanzas y otro para atención médica. Estos documentos conceden a la persona elegida el derecho a actuar en tu nombre y tomar decisiones financieras y médicas por ti. Como parte de tu plan patrimonial, puede que también quieras considerar la constitución de un fideicomiso revocable (o fideicomiso testamentario), que puede ayudarte a evitar la sucesión testamentaria.
La forma exacta en que decidas estructurar tu plan patrimonial depende de ti y de tu abogado; lo más importante es que tengas uno. Sin un plan patrimonial, puede haber confusión y estrés entre sus herederos. Con uno, podrás controlar lo que ocurre con tus bienes y hacer la vida más fácil a tus seres queridos. Pero, una cosa es saber que la planificación patrimonial es útil, y otra es saber por dónde empezar. Estos son los pasos que debes seguir para comenzar.
Trabaja con un abogado de confianza
Para iniciar el proceso de planificación patrimonial, debes trabajar con un abogado de confianza que pueda ayudarte a entender los documentos de planificación patrimonial que necesitas. Pueden ayudarte a escuchar tus necesidades y deseos, y luego traducirlos en documentos legales que resistan el paso del tiempo. Si tienes un asesor financiero, tu abogado puede ponerse de acuerdo con esa persona para determinar qué debe incluirse en tu plan patrimonial.
Si no tienes un abogado de confianza, consulta a personas en las que confíes y pregúntales a quién han recurrido. Cal Coast se asoció con Trust & Will, el nombre más confiable en planificación patrimonial en línea. Además, como miembro de Cal Coast, puedes ahorrar un 20%. Conoce los detalles aquí.
También puedes consultar la American Academy of Estate Planning Attorneys y la National Association of Estate Planners & Councils para encontrar un profesional de confianza cerca de ti.
Si el costo de un abogado es demasiado elevado, o prefieres hacerlo tú mismo, existen en el mercado algunos buenos programas y herramientas de software de planificación patrimonial (concretamente Willmaker y LegalZoom). Sin embargo, si puedes permitírtelo, un buen recurso es que un abogado revise los formularios que creas con el software.
Haz tu plan e incluye a tu familia en el proceso
Parte de la creación de tu plan patrimonial consiste en asegurarte de que todos tus bienes tienen un lugar al que ir cuando fallezcas. Para asegurarte de que todo salga bien para tus herederos, tendrás que designar a los beneficiarios de todas tus cuentas financieras, incluidas las de jubilación, las de cheques y las de ahorros.
También deberás hablar con tus seres queridos sobre los objetivos para el futuro de tu patrimonio. Esto no solo te ayudará a solidificar un plan para tus bienes, sino que también creará una base de transparencia que ayudará a tu familia más adelante si necesita comunicar tus deseos a otras personas. Indícales dónde están tus documentos de planificación patrimonial, y dales instrucciones sobre cualquier otro detalle que puedan necesitar cuando ya no estés. Lo ideal es que también prepares un resumen de toda la información más importante que necesitarán (contraseñas, personas importantes como tu abogado y tu asesor financiero, datos de las cuentas, etc.) para facilitar la administración de tus bienes.
Actualiza tus documentos con frecuencia
Si te preocupa crear un plan patrimonial solo para tener que cambiarlo después, debes saber que ningún documento de planificación patrimonial es definitivo. A medida que envejezcas, cambiarán tus circunstancias, tus objetivos y tus medios. Por tanto, te conviene revisar tus documentos de planificación patrimonial cada tres años aproximadamente para asegurarte de que siguen reflejando tus deseos. (Del mismo modo que revisas a menudo tu presupuesto y tu plan financiero para asegurarte de que te sigue sirviendo). Tal vez decidas dejar más o menos a un heredero o a una organización benéfica concretos, o quieras cambiar la tutela de un hijo. Tus documentos pueden cambiar tan a menudo como lo hacen tus objetivos. Recuerda que la finalidad de un plan patrimonial es darte más control sobre tus bienes y dar a tu familia tranquilidad para el futuro.